Los toros de El Ventorrillo, procedencia Juan Pedro Domecq Solís,  han tenido un comportamiento con el marcador de la bravura en la reserva, casi agotada. Nos quedan los recuerdos de esta ganadería siendo su proprietario Francisco Medina y antes Domingo Hernández,  con más alegría en todos los tercios,  pedídos por los que mandaban en el escalafón, porque para los aficionados eran los llamados "tontorrillos", como les voceaba mi amigo José Manuel. Porque, iban y venian, galopaban cuando se les llamaba de lejos y el toro cubría con dignidad todos los tercios. Todavía, sale algún toro, incluso la corrida así, pero, al actual propietario Fidel San Román, el bueno de Paco Medina no le ha dado todas las claves y aquella "chispa" se les está machitando de sus genes.

 Hubo toros que fueron al caballo con cierta alegría, se dejaron pegar "alguno", lo normal fue el encuentro y tan solo señalar la puya y, aun así, sacaron su mansedumbre yéndose a las tablas, parados ante la muleta,... En fin una  falta de  raza y casta alarmante. Algunos con un comportamiento de "mulos" como el quito y sexto, parados ante la insistencia de sus matadores.
Y llevamos algunas tardes con este comportamiento de los toros: Emoción cero, falta de raza diez.
Los matadores poco pudieron hacer ante esos comportamientos.

 Alejandro Talavante,ante un toro con mayor movilidad, es recibido con verónicas desde las tablas sacándolo  al centro del ruedo, primer acto que aprueba con nota, el matador. Lo cuida con dos picotazos,  sabe de que  va esto  y reserva las fuerzas del astado. Trujillo, se luce en banderillas y sale a saludar. Hasta aquí, se demuestra que su jefe, el matador, manda y dirige, es un "listo". Con la muleta decide pisar el sitio del toro y con mucha facilidad y elegancia, le saca lo que tiene, y  dos coladitas no le molestan, al contrario,  las aprovecha para lucirse. Que poco tenía el toro y que aprovechado fue, poniéndose dónde se puso. Estocada y Oreja. En su segundo, que fue protestado de salida por falta de presencia ( ya al sexto, la plaza estaba harta del comportamiento del encierro), lo cuida en varas, pero, lo peor que le puede pasar, le pone la muleta y el toro no va, no arranca, le toca  las "orejas "( toques con la muleta a cada lado de los pitones) y a matar de pinchazo y estocada. Silencio

(Fotografía obtenida de la web de Las Ventas)

Juan José Padilla, su actuación fue muy voluntariosa, muy rápidas sus ejecuciones en todos los tercios, capote, banderillas y muleta. Es una ejecutoria que en otras plazas puede levantar el ánimo y arrancar entusiasmo, aunque la plaza estaba ayer con mucho "isidro"( persona que sólo viene alguna tarde a la feria y quiere ver cortar orejas, aplauden hasta a los alguacilillos), aquí no calienta al aficionado . El tercio de banderillas fue idéntico en los dos toros, dos pares, más o menos en la cara, y el tercero al "violín", estos últimos los más aplaudidos, cuándo es el par de menor proximidad a los pitones, porque se hace cuarteando al toro y se pone a cabeza pasada. En el segundo se toreó pidiéndole "compasión" porque, tanto con el capote como con la muleta, se iniciaron los tercios por largas cambiadas de rodillas y con la pañosa de rodillas en el centro del ruedo. Trascurrido un tiempo, creo se llegaron a aburrir tanto el toro como el torero. Y con el primero, descastado y sin fuerza no pudo lucirse, tuvo un final de "mete saca" infame y estocada. Y para el segundo una estocada. Le despidieron con silencios.

 

Lo que no se entendía y se comentaba en la plaza ayer ¿Qué hace El Cid con este hierro hoy?. Si se apunta a la corrida de los "Victorinos" en solitario, por despecho y grandeza de lidiador, se le supone. Hoy viene a unos "tontorrillos" descastados.

Pues bien, debió venir a probarse,  a practicar, porque para nada estuvo confiado, en las poquitas embestidas que le regalaron los dos que le tocaron en el sorteo, que no en suerte. El primero montó el "mitin" en las banderillas, porque esperaba, no por marrajo, sino porque no quería ir, y los banderilleros pasaron tropecientas veces, " Alcaraleño", con una y una. Antes le dio un buen susto a Curro Robles al sacarle del caballo, no obedeció el toque y lo atropello como un tren de mercancías, sin conductor, los pies de Robles le salvaron del percance. El segundo, se arranca con alegría al caballo, le recetan dos picotazos y se refugia en tablas. Le saca a los medios y tiene más movilidad que sus hermanos de camada, pero las series no son limpias, con enganchones y no le trasmite confianza, lances muy inseguros.Dos silencios para dos pinchazos y estocada en el primero y estocada en el segundo.

 

Tarde bochornosa, estuvimos en sombra a precio de sol, y casi lleno.

Chema Cubero