Toros de la ganadería de Victoriano del Rio, procedencia Domecq y Diez, pastan en la Sierra Norte de Madrid, en el término municipal de Gaudalix de la Sierrra.

Para: Sebastián Castella, José María Manzanares y Alejandro Talavante.

Tarde  soleada, 24ºC.

Lleno de no hay billetes.

 

El público, por ser viernes y cartel de máxima espectación, con tres primeras figuras de la torería, estaba en los alrededores de la plaza y dentro de ella, como si fuera una continuación de los vagones del metro, pero, con alegría y esperanza de, por fin, ver algún gran triunfo.

Los paparachis estaban situados estratégicamente con sus cámaras, en el paseo que va desde los monumentos de Luis Miguel Dominguín y el Doctor Fleming hasta el patio de arrastre. Precisamente, he tenido el gusto de entrar por el citado patio, junto al buen jugador de futbol del Real Madrid y de la Selección Española, Sergio Ramos, he podido comprobar que es un buen aficionado a los toros y muy normal en el trato, amable y  simpático. Y todo lo aguerrido que se pone con pantalón corto, de calle es un buen “tipo”.

Ha sido la primera tarde de calor, y primavera, sin una sólo nube, la mejor tarde de toros por la temperatura y por los apéndices repartidos.

Una vez más tengo que llamar la atención sobre los bares que han puesto en el pasillo de las gradas, es un auténtico peligro si hubiese una salida precipitada, han ocupado la mitad del pasillo y  cuando hay clientes en la barra, no pasan dos personas. No creo que esto no superara una inspección de seguridad del Ayuntamiento. Sirva de denuncia.

Cuándo en la plaza hay un “run run” característico, es premonitorio de que algo pasa esta tarde, con los espadas anunciados y la ganadería hay  garantías. Además, hay mucha gente predispuesta a sacar el pañuelo para rentabilizar  el coste de su entrada, en la reventa. Y con ese ánimo, mi vecina de abono, Mariajo, me dice: “Talavante es “estremoduro”. ¡Vaya, extremeño! de la tierra de los conquistadores y no se da por vencido. Hoy será su día”. Y, lo fue.

Hemos asistido a una muy buena e interesante corrida de toros, bien presentados, con mucha movilidad y buenas intenciones y, en general, han llegado bien a la muleta. Si hubieran cumplido en el tercio de varas estaríamos hablando de la mejor corrida de la feria y falta más de una semana para computar toros.

No vamos a descubrir ahora, la profesionalidad de los tres espadas; Castella es un pedazo torero que cuándo se pasa el toro cerca se pone la emoción a flor de piel, y como el primero se ha lastimado y venía sin tocar pelo, ya lo habían hecho su compañeros, en el segundo ha puesto en escena su torería y lo ha rubricado con una gran estocada. Talavante con su primero, manso, ha realizado una faena junto a las tablas emocionante y de inspiración, matando de una suprema estocada. Y Manzanares con su toreo, las controversias de una parte a favor y otra en contra y las protestas para que  toree más ajustado. Al final ha recetado unas series muy elegantes, con algunos defectillos, pero, la fotografía que deja es de bonita estampa.

Los toreros:

SEBASTIAN CASTELLA, trasteo de capote, lo deja al caballo, le da un remate brusco y  lo tira. Se le pica muy trasero en la primera entrada. Lo prueba el matador por chicuelinas, las dos primeras con las manos muy bajas. En la segunda entrada, sólo le marca, porque no estaba por colaborar, el de negro. Con los palos Javier Ambel recibe una de las ovaciones más largas que ha recibido un banderillero, en estos tiempos, también porque el matador le costó decirle que saludara. Con la muleta, sangra muchísimo, tiene la mano izquierda lesionada. Y el matador coge el estoque de verdad, porque así no se le puede torear. Estocada en su sitio, dos descabellos. Silencio.

En su segundo, lo lleva al caballo por delantales. Buena lidia de Javier Ambel. Brindis al respetable. Con la muleta, en la "boca de riego", sin mover los pies, se la saca por detrás una y otra vez por los dos pitones y trincherilla. Le da sitio y  nueva tanda por la derecha, otra serie de naturales y el de pecho muy largo. Es un gran toro y la faena de más a menos. Ha dado alguna serie más, pero algo despegado. Redondo y el de pecho. Gran estocada, salvando los enormes pitones veletos. Aviso. Oreja.

JOSE MARIA MANZANARES, toro escurrido y falta de culata, protestado. Se estira con el capote y remata vistoso. Acompañado de protestas que no le dejan colocarse, como: ”Miau, miau,…”o, Toro, toro,.. Le pican muy trasero. Quite de Talavante, pero no tiene toro. Con la muleta, una serie un tanto despegada y un redondo. Naturales, muy erguido y estático, pero no dice nada. Ante las protestas, da una tanda con la derecha ajustado y bien rematada. Otra serie larga y ajustada y con el de pecho, se le cae el toro. Sigue la división en la plaza a favor y en contra. Hace un toreo con sus virtudes y sus defecto que Madrid se lo mira “con lupa”. Estocada entera, entrando a recibir, algo trasera y atravesada. Descabello. Petición. Oreja, protestada por una minoría exigente de la plaza.

En su segundo, de 600kgs, bien hecho y aplaudido de salida. Sus detractores se callan y suena un olé profundo, por verónicas y rematando en el centro del ruedo, enroscándose el capote. Al caballo lo lleva por chicuelinas al paso y un remate con las manos muy bajas, de la firma (revolera, soltando el capote con las manos muy bajas). El picador, Chocolate, se agarra bien en su sitio, sin castigar en exceso. Quite de Talavante por chicuelinas con las manos muy bajas. Con las banderillas Curro Javier es aplaudido.  Con la muleta, por naturales el toro entra, molestando, cabeza alta y derrotando. Con la derecha toreo rectilíneo, para fuera, que no gusta y las protestas le descolocan. Se lo ha dejado “crudo” en la suerte de varas y ha tenido complicaciones, con la cabeza alta. Pinchazo, media y dos descabellos. Silencio.

ALEJANDRO TALAVANTE,  el toro manso no quiere ir al caballo. El matador insiste, cambiándole los terrenos. Topa con el picador reserva y lo descabalga. No quiere ni el capote, el cornupeta. En banderillas saca los arreones  de manso. Con la muleta, tres estatuarios, serie de naturales y el de pecho. Otra serie impresionante en el centro del ruedo con la izquierda, remate y se olvida del toro, le da la espalda y le pega una voltereta, sin consecuencias. Un cambio de mano, sigue con naturales, metido entre los pitones, encima del toro, metido en tablas entre los tendidos 4 y 5, una faena de una verdad que pone los pelos de punta, con cambios de mano y bernardinas junto a las tablas, dónde el manso estaba a gusto y daba juego. Estocada, soberbia. Se llena la plaza de pañuelos, antes de morir el toro. Dos orejas.

En su segundo, toro de 590kgs.  muy bien presentado, hechuras de un toraco. Primer encuentro, se agarra bien y le descabalga, por el cuello del caballo. Segundo encuentro, en todo lo alto, sin vengarse, el picador Miguel Ángel Muñoz, es aplaudido. En banderillas, cogida de Valentín Lujan, pasa a la enfermería. Con la muleta, naturales en el centro del platillo. No le gusta la muleta, cabecea en exceso cuando toca la tela, muy molesto. Trastea por la cara y va a por el estoque. Media lagartijera. Descabello. Silencio.

A la salida de la plaza, la Puerta Grande estaba llena de público, comentando la salida a hombros y la vibrante faena que ha realizado un  torero valiente, Talavante, a todo un manso.

Chema Cubero