Toros de la ganadería de Victorino Martín, encaste Albaserrada.

Para el matador Alejandro Talavante, en solitario.

Sobresalientes: Javier Solís y Jeremy Banti

Plaza llena. Temperatura fresca con viento.

 

La tarde era de total espectación, quizá la más cotizada, apoyada por un video que rodó el matador y lo dirigió el director de cine, gran aficionado a los toros e hijo del banderillero Michelin: A. Díaz Llanes.

Los pasillos de acceso a la plaza, los lavabos, los puestos de bebidas, todo eran colas. Y dentro de la plaza mucho espectador nuevo, porque se levantaban constantemente entre toro y toro para ir a por “cubatas” o a evacuar lo bebido.

Se abre la puerta de cuadrillas y  aparece Talavante en solitario. Sólo al frente de las tres cuadrillas de banderilleros, más  seis picadores y los sobresalientes.

Así mismo, la bisoñez de los espectadores ,en gran número  se demostró, porque nada más romper el paseíllo comenzaron  los aplausos para que saliera el matador, estando los alguacilillos todavía en la plaza. El aplauso se da cuando estos han abandonado la plaza y cuando el matador se coloca en su burladero, antes de que el torilero aparezca en la puerta de chiqueros. Simple anécdota.

Los toros en general han tenido cierta blandura, algo de sosería, pero, también se les han picado mucho y mal.

Y el matador ha venido desanimado, ausente y falto de ideas.

Ha comenzado los dos primeros toros, con el capote haciendo lo mismo y en el mismo sitio. Y con la muleta intentando darles muchos muletazos. Los toros no han demostrado tener malas ideas. Se han dejado. Si el matador hubiese citado con cierta alegría y darse cuenta que son toros que admiten menos muletazos pero bien pegados.

Por lo tanto mi impresión es que con otras maneras, menos muletazos y bien pegados, hubiera aminorada la sosería. Porque los toros, no han hecho cosas raras para coger, ni pegar derrotes terroríficos. Talavante ha fracasado por  su desánimo. Porque no hubo un solo quite, con el capote no puede estar más vulgar. Y con la muleta como si estuviese tentando las vacas de Victorino en el campo por primera vez. Igual, de  tanto mentalizarle, opinar muchos compañeros de cómo son los victorinos y hacer campo con los albaserrada, los “cables” se le han cruzado.

Y no hacer un solo brindis al público, eso manifiesta su desánimo.

Al finalizar la corrida   han tirado almohadillas al ruedo. Algunos decían que eso no se debe hacer. Y lo prohíbe el reglamento. Pero, es un signo de descontento. Eso si, sin tirarlas desde lo alto, sólo los más próximos al ruedo las echan, como antes. Porque, lo mismo se hacía con Curro Romero, en las mismas circunstancias, y era un acto casi previsto. ¡Qué nadie se rompa las vestiduras por esto!. Porque, en las corridas de espectación, hay mucho público que ha comprado la entrada en la reventa y si ha pagado un pastón y no ha visto faenas  ni orejas están que trinan.

Por toros:

PRIMERO, en la segunda entrada al caballo se le castiga barrenando demasiado. Muleta, trasteo de recibo y derechazos sin lucimiento. Estocada atravesada, hace guardia. Estocada en su sitio. Silencio

SEGUNDO, lo recibe al capote con decisión , pero el toro lo descompone defendiéndose con saltos a la altura de la montera. De la segunda vara sale perdiendo las manos. Desorden de lidia con dos capotes por la arena. Hasta  una tercera vara que se receta sólo el toro y se la pega el picador. Muleta, trasteo por la cara y poco más, lo intenta, pero el toro no la toma. Estocada. Silencio

TERCERO, con el capote como en los dos anteriores las mismas verónicas y  un remate, sin lucimiento. José A. Carretero bien con los palos. Con la muleta, comienza por naturales y el toro va muy rápido y lo toma bien con el hocico por la arena, pero, el matador  sólo da dos y el de pecho, pudiendo haber dado dos series largas, pero había que haber aguantado más. Pasa a la mano derecha y le da una serie muy buena, un redondo completo en la misma serie y el de pecho. Bien con la muleta. Estocada en su sitio y cinco golpes de descabello. Aplausos y sale a saludar.

CUARTO, se protesta al picador y éste envía un beso al tendido 7 – y es abroncado por el gesto de mal gusto-. Bien Miguel Martín con los palos.  Con la muleta,se va al centro del ruedo , intenta acoplarse, pero no pasa del mero trámite. Estocada. Silencio.

QUINTO, protestado de salida, peso 503kgs. Muy bien con el capote largas y vistosas verónicas y revolera de remate. Con la muleta, comienza sobándole por la izquierda hasta tragarse dos naturales muy buenos. Pinchazo sin soltar. Estocada baja, la sacan y vuelve a entrar a matar dejando media. Descabello. Silencio.

SEXTO, tímidos aplausos para animarle, pero enseguida comenzaron las protestas generalizadas a toro y torero .Con el capote le come el terreno. Se le pega fuerte en el caballo. Con la muleta lo intenta con la izquierda y el toro no tiene un pase, bajo de raza. Estocada caída a paso de banderillas. Gran bronca.

Cuándo vi  los carteles pensé que era un error anunciarse en solitario con seis toros en Madrid, con seis victorinos.  Pensé en un mano a mano, por ejemplo, con Miguel Ángel  Perera. Hubiera sido un cartelón. Mira por dónde el tiempo me ha dado la razón.

Y los victorinos no son para darles muchos muletazos, si no para probarlo, lidiarlo si es posible o si se deja a componer series. Pero, con decisión y ánimo de agradar, que de eso se  ha carecido hoy. A pesar de que no ha sido un encierro de transmisión de poder  con los caballos, sosos y sin intenciones , ni malas ni buenas.

Chema Cubero