La tarde se presentó variable en lo que a tiempo se refiere, sol, lluvia, viento fuerte y  fresco. Lo mismo pasó con los que salieron por chiqueros, variable fue el  juego que se vio en el ruedo.

Los toros de Baltasar Ibán, rama Contreras y Los Guateles  (Juan Pedro Domecq),fueron aplaudidos unos en el arrastre, otros en la salida y otro ( el segundo) al principio y al final.

 Sus comportamientos fueron: Primero, bueno en todos los tercios, noble. Segundo, ovacionado de salida y en el arrastre, bravo y noble. Tercero, mal juego. Cuarto, bien presentado, parado. Quinto, bueno en el caballo, flojo. Sexto, bien presentado, sin juego en la muleta.

Fue una corrida del primer tercio, porque los toros se fueron a los caballos arrancando con alegría, empujando con fijeza y quedándose en los petos.

Ante esos comportamientos los picadores  intentaron torear, movieron los jamelgos y soltaron las varas señalando bien o rectificando de inmediato, cuándo les falló la puntería.

Y, en banderillas hubo movilidad.

Otra cosa fue la muleta, algunos toros fruto del empuje en los petos llegaron al último tercio más parados. Pero, los toros que han sido lucidos en los primeros tercios, con la muleta hay que intentar darles otro aire para ver todo lo que llevan dentro. No sirve,  el zapatilleo, el encimismo, no camiarles los terrenos, no probarlo  por los dos pitones,… Así  a cualquier toro  distinto no lo lucimos ni le sacamos lo que tiene.
En otras manos y con otras ideas se hubieran lucido  más todos los toros.  Nos quedamos con la duda si los que llegaron más parados pudieran haber tenido otro  comportamiento.
Y me acuerdo, de Fandiño, con un toro blando y poca movilidad, le dio la distancia, los terrenos , le consintió y cortó una oreja. Esa es la diferencia y mis dudas.

En el segundo toro, salió una voz de los buenos aficionados de Arganda, pudo ser Victoriano, diciendo: “ Dónde están la figuras. Y se apuntan a los Montalvo…”

RUBEN PINAR,  con el peor lote, empleó las capacidades justas para pasaportar a los dos que le tocaron en el sorteo. Cualquier  toro, con cierta casta y  fiereza , que toca las telas comienza a cabecear, seguir con la cabeza alta o pararse para topar. Eso fue lo que paso, hubo  demasiados  “trapazos”.

En su primero,  se le  enjaretan muchos muletazos del mal trazo. Media estocada. Descabello. Silencio.

Fotografías obtenidas de la web de la plaza de toros de Las Ventas.

Su segundo, es aplaudido de salida, se pone de capote y le desarma. Este toro en varas, recibe la primera con fijeza y aprieta al peto. En la segunda entrada, viene galopando, señala bien, fijo en el empuje. Se pide una tercera entrada, que no comparte el presidente. Buen criterio del presidente porque  se hubiera acabado en este tercio. El picador Daniel López es aplaudido. Fruto de ese derroche en el caballo, con la muleta se defiende, está parado y termina con la espada, de un acierto fulminante.  Silencio.

LUIS BOLIVAR,  que estuvo vulgar y poco confiado, parecía que venía de un fin de temporada cuándo la está comenzando. Tuvo dos ejemplares con distinto comportamiento. Uno bravo, bien presentado que pedía una muleta con más temple. Y el otro, parado  y flojo, pero que le intentaba dar los muchos muletazos que no dio a su primero.

Su primer toro, resultó aplaudido de salida. En varas, se duerme en el peto y  la segunda entrada la realiza desde, casi, el centro del ruedo. Se duele en banderillas, le molestan, porque están muy mal distribuidas. Prueba con la derecha y el toro va con el  hocico por el suelo. Nueva derecha, se pone muy  encimista  cuándo el toro le pide sitio, más “aire”. Coge la izquierda y no logra templar. Se le disculpa por el fuerte viento reinante y comienza a llover. Se le va sin acoplarse. Indiscutiblemente, este toro necesitaba otra lidia y otro lidiador. Media tendida y seis descabellos.Pitos.  Es aplaudido en el arrastre.

A su segundo, lo recibe con muchos capotazos para decir nada. Otro lucido tercio de varas, se arranca de lejos en las dos entradas, señalando bien, en su sitio. Se derrumba en banderillas y se tumba en la muleta, aburrido y flojo. Silencio.

FERNANDO ROBLEÑO, el primero  del cartel por ser el más antiguo de alternativa. Se dio cuenta de que se le ha ido una oportunidad de lucirse y cortar trofeos con estos toros.  Porque tuvieron trasmisión y el personal estaba encantado de la  presentación y  de como se comportaban en los caballos. Pero, a este valiente matador madrileño, que conoce muy bien Las Ventas, se le iba la tarde. Y es que le faltó continuidad en los lances y no perderles tantos pasos.

Su primero, sale enterándose de todo, mirando. Lo recibe por delantales y remata con una media. Toma la segunda vara con mucha fijeza. Lidia Ángel Otero que es aplaudido al llevar el toro a una mano. En banderillas, se molesta o duele, una banderilla le cae casi en el cuello. Le da distancia y lo recibe en el centro del ruedo a pies juntos. Con la derecha, dos series muy muy serias con la mano muy baja y el toro hace el avión. Sigue con el hocico por la arena. Se confía casi a final del tiempo y el toro se le está yendo. Tiene una embestida muy dulce y noble. Es para proponerle una faena más templada, no para darle zapatillazos y tocarle bruscamente,  como si se estuviera toreando un “galafate”. Dos pinchazos. Estocada rinconera.  Algunos pitos. El toro ha estado muy por encima del matador.

Su segundo, aplaudido de salida. Derriba en el primer encuentro y al segundo llega al galope, en los dos encuentros se señala bien. En banderillas, Ángel Otero se luce y saluda. Comienza la faena de muleta sentado en el estribo del tendido 7. Al toro no se le prueba dándole distancia. Sino, de las tablas a la primera raya de picar y se le plantea una faena encimista, ahogándole la embestida. No le enseña la izquierda. Y con ese “entrenamiento” el toro da lo que se le ha enseñado, aplomarse, pararse,…Le receta y una estocada y, nada menos que, cinco descabellos. Es silenciada su labor.

Buen sabor por la presentación del ganado, la tarde fue de los piqueros y en la muleta sin sacarles todo su juego. No  pueden venir con faenas predeterminadas- que por otra parte es lo habitual - , pero, cuándo hay toros con movilidad se nota más la falta de acople y redondeo.

Chema Cubero