; line-height: 21.75px;">Despertaba junio de 1982 en Madrid. El ruedo de Las Ventas se empapó de bravura y parió un espectáculo excepcional: la Corrida del Siglo. Cuentan que estuvieron bien hasta los areneros. En el cartel: Francisco Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar, con toros de
Victorino Martín.
; line-height: 21.75px;">«Pobretón», «Playero», «Mosquetero», «Director», «Gastoso» y «Carcelero» eran los nombres de los seis ejemplares que el ganadero de Galapagar lidió en la Monumental. Un manantial de casta y poderío, envuelto en una preciosa lámina, brotó y anegó la arena. ¡Qué máquinas de embestir!
; line-height: 21.75px;">No faltó la típica alimaña del hierro de la A coronada y más de un victorino hizo pasar las de Caín a las cuadrillas, pero finalmente los tres espadas -que se repartieron seis orejas-, acompañados del ganadero y su mayoral, cruzaron el pórtico de la gloria. El acontecimiento provocó tal impacto que
hasta tres veces lo repitieron por televisión. «Aquello no había ocurrido jamás -asegura Victorino padre-, pero la expectación se desbordó. El vídeo ha recorrido el mundo entero».
; line-height: 21.75px;">Aquella apoteosis hizo que la Fiesta acaparase suma atención en un año en que la celebración por primera vez en España del
Campeonato Mundial de Fútbol centraba el interés. Ese 1 de junio los jugadores estaban concentrados en el Saler, por lo que el entrenamiento impidió a los jugadores ver la corrida.
; line-height: 21.75px;">Poco después recibieron la visita de la entonces ministra de Cultura, Soledad Becerril, que les preguntó si necesitaban algo. Y los futbolistas más taurinos, como Juanito y Gordillo, le pidieron que emitiesen de nuevo el fabuloso festejo.
; line-height: 21.75px;">También ahora la afición madrileña anda deseosa de una victorinada tras tres años de ausencia. Porque Las Ventas sin Victorino es como u
n Museo del Prado sin Velázquez, un París sin Torre Eiffel o un Bernabéu sin que cada minuto 7 se le rinda tributo al genio fuengiroleño de la «Casa Blanca»: Juan Gómez, Juanito, victorinista de pro allá en el séptimo cielo.
; line-height: 21.75px;">Victorino I y Victorino II, que lidiarán la próxima semana en la Feria del Arte y la Cultura de Madrid, anhelan una corrida galáctica como aquella de hace tres décadas en la que sus toros planeaban mientras un entrañable extraterrestre, «E.T.», aterrizaba con éxito en las pantallas. Este 2012 será el año de
Los Vengadores, y tres héroes se enfrentarán a los bravos del paladín de la casta y la integridad.
; line-height: 21.75px; font-weight: bold;">Tres puyazos
; line-height: 21.75px;">Los recuerdos se agolpan en la mente de Victorino cuando echa la vista atrás: «Pusimos a todos de acuerdo. La prensa y la afición dijeron cosas maravillosas. Los toros, encastadísimos, recibieron tres puyazos. Al último querían devolverlo, porque parecía que se iba a caer. En medio de un tremendo nerviosismo, les advertí desde mi localidad: «Quedad tranquilos, que se va a venir arriba? Me iba comer un caramelo y ni pelarlo podía. Le gritaba a Palomar:
¡Crúzate, crúzate! Porque para que saliésemos todos a hombros era preciso que él cortase la oreja».
; line-height: 21.75px;">Ruiz Miguel -con el récord de victorinadas- y Esplá ya se habían asegurado la Puerta Grande. «Estuvieron fenomenal los tres -afirma-». El público vibraba:
«¡Fue la leche!», espeta el llamado cariñosamente paleto de Galapagar. «Y bien orgulloso que estoy, porque en el toro solo nos han llamados paletos a Domingo Ortega y a mí». Ahí es ná...
; line-height: 21.75px;">Precisamente Madrid rinde hoy tributo a
Ruiz Miguel, que tiene en su glorioso palmarés nada menos que ¡diez Puertas Grandes! El maestro recordaba así aquella corrida en un artículo en ABC: «Fue un día muy especial para el público, el ganadero y los toreros. Es como esos días que uno está en la habitación y se emociona con esos sueños que tenemos los toreros:
un día mágico, que sea la corrida buena, que salgamos todos a hombros. Y se cumplió. Con lo difícil que es que tres toreros, junto al ganadero, atraviesen la Puerta Grande de Madrid... No es extraño que en la historia sea conocida como la Corrida del Siglo. Sin duda, ha sido uno de los días más bonitos que he vivido».
Mi presencia en la corrida del Siglo en el segundo 0,56 del video, de la retrasmisión de TVE, marcado en la foto de la pantalla, con sueter azul. Faltaban ocho días para que naciera mi segundo hijo, Rubén.