Esto le sucedería a una persona sana que  todos los días sólo toma jamón para comer, al final se muere de asco o de “triquinosis”. Si todos los días tenemos el encaste “domecq”, siendo tan “dulce” para los toreros, los aficionados se cansan. Porque, todas las tardes somos los mismos y todo el jamón no es de pata negra.  Y eso pasa con los toros que son menos encastados, mansos, sosos y que casi no se mantienen en el ruedo, de salida unos y  toda la lidia otros.

Sobre el encaste, Juan Pedro Domecq Merenes, que también comercializa un excelente jamón de Huelva, ha experimentado con Parladé y le salió una corrida soberbia, pero otras ganaderías del mismo encaste no tienen a  ganaderos exquisitos.

En la presidencia sigo echando de menos a  presidentes que sean buenos aficionados y miren más por el espectáculo que por la pérdida que supone matar un toro en los corrales. Hay toros que no se deben mantener en el ruedo. Y la plaza de Madrid tragando. Es la prueba de que quedan muy pocos buenos aficionados o el concepto de tauromaquia en Las Ventas está cambiando.

Ayer puente por San Isidro y fiestas en Madrid, los tendidos parecían una verbena, había un ambiente  de murmullo constante y  voces muy altas hablando de todo menos de toros.

Y que pasa con los vendedores de refrescos, durante toda la corrida molestando, cubatas y más cubatas…Esto, entre toro y toro está prohibido. Porque, qué pasa cuándo un espectador se levanta y
con  muy mala educación los empleados de puertas le mandan sentarse ¿Es que los vendedores tienen un reglamento especial?

Así se explica de que en los carteles pongan ganado inadecuado, ternas de matadores que sobre el papel tienen menos atractivo, presidentes que no aplican estrictamente  el reglamento. Aquí vale todo, solo faltan las charangas, con música en los tendidos.

Se corrieron, es un decir, toros de Jandilla y dos de Vegahermosa (4º y 6º).

En plaza llena y con tarde ventosa en el ruedo, lo poco que se vio se hizo en terrenos de los ”papelillos”, entre el tendido 5 y 6. Por  Fandiño  y Adame, en sus segundos. Y el primero de Adame en el centro del ruedo. Créanme que con esto se resumiría toda  la corrida.

Entramos en detalles

IVÁN F ANDIÑO, mi percepción es que este torero no debía apuntarse con corridas suaves y mansas, sobre el cartel o por la trayectoria del ganado, en  festejos anteriores. Se pasa a los toros muy cerca y trasmite mucho más con el encastado que con el bobalicón. Es más riesgo para éste valiente torero, pero más emoción y mayor triunfo. Como Madrid lo esperaba, él no defraudó. En su primero, toro muy protestado, toma la muleta con la derecha, sin bajarle la mano, se cae. Prueba por naturales y  se le vuelve a arrodillar. Innecesariamente quiere continuar, en contra del público y se lleva un derrote a la altura de la rodilla. Estocada. Silencio. El toro es muy protestado en el arrastre.

Fotografías obtenidas de la web de la Plaza de Toros de las Ventas

En su segundo, series muy ajustadas, en el terreno que le indica su apoderado Néstor Garcia, y acierta, el toro se entrega. Vuelve, le cita con la muleta por detrás e inicia otra serie que levanta olés propios de esta plaza. Vuelve con la  derecha y otra tanda más de izquierdas super ajustadas. Se adorna por manoletinas. Pinchazo que se queda prendido, vuelve a entrar a matar, estocada en lo alto. Ovación.

JOSELITO ADAME, hace todos los quites que le corresponden en los toros de los demás, no perdona. En su primero, con el capote, por verónicas lo saca  fuera de la segunda raya y remata con una vistosa revolera. Héctor Vicente se agarra bien en las dos entradas al caballo. En el mismo centro del ruedo le enjareta dos series. Después vienen varias coladas por ambos pitones. El viento le molesta en exceso. Y termina por  adornos con la pierna flexionada. Estocada con decisión, echándose por  derecho. Ovación.

En su segundo, con un inservible toro, bastante hizo con estar delante, no trasmitía nada.  Toro muy deslucido y de hechuras inapropiadas. Además el viento fue su aliado, enemigo. Silencio.

DAVID FANDILA “ EL FANDI”,   no contó con el lote más apropiado para su toreo y lucimiento. En banderillas no estuvo bien, a pesar de que en algún par clavó en la cara. Lo recibió de capote por verónicas y con la muleta una faena de puro trámite. Estocada . Silencio.

En su segundo, dos largas cambiadas de rodillas, se levanta y remata con una chicuelina. El par de las banderillas al violín y corriendo al toro para atrás, hasta pararle en el centro del ruedo, arranca los aplausos de la plaza. Brindis al público. Despegado con la muleta. Esta algo vulgar, con un toreo que en Madrid aburrre, y más, sin emoción, por parte del toro.

 

Chema Cubero