31-5-2015 Los “Ibanes” desaprovechados en la muleta.

Los toros de Baltasar Ibán, de origen Contreras  y de la ganadería  Los Guateles (origen Domeq Diez) también propietario D. Baltasar Ibán en  1960 , digamos que constituyen un origen propio “Ibanes”,  por las características especiales de comportamiento,  nobleza y entrega con embestidas humilladas, que tantos triunfos han dado a importantes figuras, como a El Viti y Paco Camino que les sirvió para salir por la Puerta Grande de Las Ventas en 1969.

Son toros madrileños, pastan en El Escorial, propiedad de la ganadera Dª Cristina Moratiel  Llarena, en la Finca Welington.

Los aficionados cuándo seleccionamos las corridas de visita obligada marcamos  a los “Ibanes” como imprescindibles, son toros bajos que han ido tomando volumen y trapío, son animales que destacan en su nobleza  y  brío, que obliga a sus matadores a emplear sus recursos de temple y dominio. Y  si no se ven mucho sus carencias ante un toro de embestidas humilladas y codiciosas.

Los  que presentó la Sra. Moratiel para esta corrida se comportaron con gran nobleza en la muleta, faltándoles completar el último tercio, se apagaron pronto. Al caballo, fueron con alegría en el primer encuentro, sin apretar con bravura y el segundo puyazo  lo tomaron, pero salieron pronto.

Así,  el 3º resultó encastado,  2º y 5º, mostraron mansedumbre y embestidas con cierta sosería, 1º y 4º  se entregaron en la muleta y el 6º de Torrealta resultó bueno en la muleta. Todos , como decíamos, con la nobleza por comportamiento. Los tres últimos y el primer sobrero con el guarismo 9, de 2009, con casi seis años ( octubre y diciembre,  eran sus cumpleaños).

Podemos vaticinar que esta corrida en manos de otros matadores que  decidan empezar el último tercio a “ torearlos”  desde el primer muletazo, hubieran dado un éxito seguro, porque se dejaban desde el minuto “uno”. Pero, si se torean con cierto ajuste y confianza a partir del muletazo “veintitantos” , el toro  noble se ha desengañado y su comportamiento es más parado, casi agotado, porque se han empleado en los  muchos “trapazos” dados con anterioridad. Con tantas probaturas al inicio, cuándo los quieren ver ya están gastados… por el exceso de muletazos sin sentido.

Fernando Robleño, en su primero “Agradecido”, se le pica mal en la primera entrada y en la segunda sólo se le señala, a la salida del tercio de varas, su matador lo ve claro por gaoneras. Con la muleta después de mucho insistir le da una serie ajustada. Sigue con poco temple y ligazón para la nobleza que tiene, al final le faltan fuerza por los muchos pases recibidos, para decir poco. Se lo quita de una estocada que cayó desprendida y recibe ovación con saludos.

(Fotografías obtenidas de la web de Las Ventas)

En su segundo, “Saltillo”, con querencia a terrenos de salida y escarba, recibe del primer encuentro, al que fue de lejos, una vara en el centro del  lomo, mal picado. Y al segundo, que se le deja con distancia, también se arranca bien, pero el picador vuelve a marrar. Se duele en banderillas. Y con la muleta poco que recordar, más de lo mismo, muchos muletazos sin “sustancia”. Estocada trasera, tendida. El público de domingo, aplaude a su retirada. Silencio.

Serafín Marín, que no está en su mejor momento,  encuentra, con el capote, a un toro con la cabeza alta y cabeceo molesto. “Provechito” ,  Mansea y quiere el caballo reserva, que consiguen  no entre a él. En el primer encuentro, se duerme apretando con un solo pitón, el izquierdo. Al segundo va con alegría, arrancándose de lejos, al sentir el hierro, se  “duele” y no quiere más. El quite reglamentario es aprovechado por Bolivar, que se adorna rematando a una mano. Pone un buen par de banderillas Curro Robles que es aplaudido. El comportamiento al inicio de la muleta es un reflejo de lo que hizo con el capote, cabeceo, punteando, tardeando en la embestida. Pero, amigo, le cita de frente con la muleta y mete la cabeza descolgando. Pronto, su matador, se acerca “demasiado”, se pone encimista, sin distancia y el toro se para. Estocada caída y atravesada. Silencio.

Su segundo “Sartenero”, aplaudido de salida por su aparatosa cornamenta, que acaba en puros “alfileres”. Su primera entrada al caballo, tapándole la salida, se queda debajo del peto, el segundo encuentro, se le pega demasiado, lo que no ha recibido en el primero y más, a pesar de que su picador mira al matador y éste no dice basta. Con la muleta, ejecuta varias series de poca pureza, no vacía, lo deja fuera.  Trapacero y muy encimista. No es capaz de darle sitio, para ver su comportamiento en la distancia. Pinchazo y más de media desprendida, da fin a su presencia en la Feria. Silencio.

 

Luis Bolivar, lo recibe bien con el capote para atrás hasta el centro del ruedo. Se sigue luciendo a la salida del caballo, por chicuelinas, rematando con el capote al hombro. Y en el caballo, Luis Miguel Leyro, quiere que su matador se luzca y cubre su turno con dos “puyacitos”, sin molestar. Se duele en banderillas, porque una le cayó en la panza. Raúl Adrada es ovacionado con saludos, en sus dos pares. Se ve  con disposición a Bolivar y se va al centro del ruedo a brindar. Esa disposición se traduce en citar a distancia, aguantando la embestida de lejos con la muleta plegada ( “catuchito” del pescado), sigue con ayudados y naturales con los pies juntos, en la misma serie. Le da distancia para lucirlo, le deja descansar y  recoge por naturales. Pero, como no se ajustó y ligó en la primeras  series de la muleta, dónde el toro se mostró más boyante, porque no se picó, ya se paró y la faena y el toro, han ido de más a menos. Dos pinchazos y una estocada delantera, casi colletazo, le reportan un silencio.

En su segundo, sale “Desagredecido”, con la mala suerte de que se rompe por la pezuña de la mano derecha, es devuelto. El primer sobrero, ”Milonga” de Torrealta,  lo para bien con el capote hasta el centro del ruedo. Es protestado por feo, tiene muy poca culata, y recibe dos puyazos, sin molestar, se les señala. Comienza a dar series de pases con la muleta sin ajustarse. Tirando líneas y le desarma. Terminando las series en alto, cuándo lo que pide el toro es bajarle la mano. Tanto es así que en uno de pecho, pone los pitones por encima de la muleta, su matador se molesta y va a por el estoque. Claro, señor Bolivar, no ha entendido el toro y le ha dado muchos pases y poca lidia. Ha  sido un toro con recorrido y desaprovechado. Reciben, pinchazo y estocada el toro, y un respetuoso silencio su matador.

Por favor, Gestores y Asuntos Taurinos de la C. de M.   la próxima corrida de Baltasar Ibán  que sea  encartelada  por toreros que quieran triunfar. Porque, a los toros que están demostrando nobleza hay que verlos antes y aprovecharlos desde el principio.

Hay que cuidar los carteles “domingueros”, porque los tres cuartos de plaza, si se aburren no vuelven y están haciendo un flaco favor a la Fiesta, aunque esto es bueno para su cargo en taquilla, o sea, sólo vale para hacer caja.

Chema Cubero