5-6-2016 No fue la tarde de los Miuras.

La corrida que cerró el ciclo isidril no dejó satisfechos a quienes llenaron la plaza, por la llamada de los toros anunciados. Los aficionados estaban atorados de una feria tan larga y tan mediocre, desde el punto de vista del ganado lidiado y por no haber visto los éxitos esperados de las jóvenes promesas que completaban los carteles.

En el primer toro, se vieron a los espectadores que venían con muchas ganas de divertirse. Cerca de nuestra localidad, se levantaba uno a cada muletazo de Rafaelillo, cuándo se le terminó la cerveza que compartía con su pareja femenina se fue a por más, se perdió, no volvió hasta el tercer toro, le indicamos dónde estaba su localidad, cuando apareció por la escalera. Y ante tanta espera,  su supuesta pareja pensaría que había desaparecido, se habría ido a por “tabaco” para no volver, con buen criterio, la señorita, se sintió muy romántica con el amigo del desaparecido y  nos descolocó,  el trío de vecinos. Quizá, como en la corrida,  el primer actuante resultó devuelto y sustituido por otro pretendiente más “encastado”. ¿Quíen sabe?

Bueno vamos a la corrida... de toros. Hubo interés en el ruedo. Devuelto el primero por inválido, se corre turno, y sale el cuarto del sorteo, Tabernero, de 605 kgs, encastado, muy serio, largo, cornalón y astifino. Cumplió en el caballo, con dos varas en su sitio, por Agustín Collado. Eran Miuras y son listos, pues, el banderillero Juan Mora, se salvó, le arrolló junto a las tablas. Estaban entregándole el capote, después de poner dos pares de banderillas, el toro se avisó, se dio cuenta desde el tercio, fue a por él tan rápido que no le dio tiempo a reaccionar, lo encunó junto a las tablas, se salvó milagrosamente. Con la muleta, lo recoge por bajo con la pierna flexionada, y pronto se ve que mete la cabeza y lleva el hocico por la arena, repite con poder, era tal la violencia de la embestida que Rafaelillo quedaba descolocado, dando la impresión de que se aliviaba más, el pitón izquierdo era buenísimo. Pero, no estuvo muy  convencido desde el inicio. Le sacó tres naturales muy buenos. Al final, más confiado y con menos recorrido, se pone totalmente de frente, y sigue tomando la muleta nada más enseñársela. Pierde la petición de oreja, con tres pinchazos y una estocada. Tardó en cuadrarlo, quizá pasado de faena. Aplaudido el toro en el arrastre. Recibió ovación con saludos.

(Fotografía obtenidas de la we de Las Ventas)

Su segundo, fue el primer sobrero de Valdefresno, impresentable de presencia, 560 kgs., muy amorrillado, casi todo el “ peso” en la parte delantera. Pudo hacerle muy poco con la muleta, tuvo un comportamiento de buey. El resultado fue silencio.

Javier Castaño, le sacan a saludar, sin entrar en el callejón, nada más romper el paseillo ¡ qué precipitación ! . Mostrándole  el cariño de la plaza por haber superado su enfermedad. En su primero, sin condición, blando, choca con dos burladeros, los arrolla, se luce Fernando Sánchez, en su par. Y con la muleta, estuvo delante y poco más. Su segundo, fue mal picado, se paró pronto,lo recibe por delantales. En banderillas, se lució Fernando Sánchez, puso un buen par, pero, falló su compañero, y el público pidió que pasase él a poner el par siguiente, despacio se acerca al toro, le da ventaja, que venga, él parado, saca los palos, clava y se queda quieto, sale andando, tomando el “olivo” cuándo el toro hace por él. Fue un momento muy emocionante y la plaza se puso en pie para ovacionarle. Con la muleta, Castaño, sin clase el toro, no pasa, tiene menos de media arrancada y se queda debajo. Está digno por obtener algo más, pero el “pozo” está seco. Le receta más de media arriba y recibe ovación con saludos.

Pérez Mota, en su primero, un toro que parecía “licenciado” en todo, por lo listo que era. Cumple en varas. Destacar la impecable brega de Raúl Ruiz, en la lidia con el capote, por su temple, llevándole y dando los capotazos justos. 

Con la muleta, se demuestra que es un toro muy complicado, cabeceando, le aguanta, pero, nada transmite. Se tira y le sale un bajonazo. Su segundo, dio un espectáculo en el caballo, le pusieron tres veces y se arrancó al galope, la última desde el centro del ruedo. Cambió el Presidente el tercio, se fue el caballo que hacía la puerta y el picador de turno, esperaba la cuarta entrada, supongo que emocionado, no recordaba cuántas entradas llevaba. Empujó en alguna de ellas, en otras se quedó en el peto. En banderillas, volvió a destacar  Raúl Ruiz, en los dos pares,  y tuvo que desmonterarse para corresponder a la ovación.

Con la muleta estuvo voluntarioso y lo intentó, con buena disposición, pero el toro nada decía, sólo tiraba cornadas a la muleta, con la cabeza alta. Le dieron  silencio, en ambos.

El presidente de la corrida fue D. Jesús María Gómez Martín, nuevo en esta temporada, abrió la feria y la cerró, ha tenido una actuación muy correcta. No se puede decir lo mismo de sus compañeros, que suspenden, como dice mi buen vecino de abono, Santi, en esta plaza estamos a punto de dar un rabo... En fin, la plaza ha bajado mucho en seriedad y en conocimientos taurinos de quienes han llenado varios días, los tendidos, las gradas y las andanadas.

Hartos de tantas tardes aburridas, nos despedimos de los vecinos y amigos,  hasta la feria de otoño, con el mismo deseo, que todos tengamos buen verano.

Gracias por leer  estos “panfletos”.

Chema Cubero