VEINTISIETE ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE José Cubero "Yiyo"

Estuve aquel día encima de la puerta de la enfermería y subí las tres filas del tendido para decirle a mi amigo:" va blanco y con la cabeza caida..." Inmediatamente los toreros golpeando la barrera y llorando. Fue una vivencia con una pena muy grande.Salimos de la  pequeña plaza, de entonces, después de casi una hora esperando todos en los tendidos, no se movió nadie.
Estuvimos con el malogrado  Paco Fernández Ochoa, en su coche con las puertas abiertas, escuchamos  por la radio el parte de la enfermería.
La feria de Colmenar estaba desierta y los feriantes nos preguntaban:" pero, ha muerto...". Además, como mi apellido es el mismo y desde los catorce años he sido siempre aficionado práctico, por mi tierra de Zaragoza me comparaban con él ( ya hubiera querido tener un poquito de él).
Y la vuelta al ruedo en Las Ventas al día siguiente, impresionante.
Me emociono todos los años en éste día.
El gran torero con materia para ser el mejor torero de su época, nos dijo a dios, bueno se lo dijo a Pali, que le levantó: " me muero...".
Hace unos años conocí a su padre en la plaza portatil de Méntrida y vi que se trataba de una familia y unas personas excelentes, con los "pies en el suelo". Gratísimos recuerdos.
Y  participé  para hacer el magnífico monumento que se levantó en la explanada de la puerta grande de las Ventas.
La muerte o la gloria y aquella tarde la malísima suerte se alió con José Cubero "Yiyo".
Maestro, Maestro.

Chema Cubero