Con tarde fría y ventosa. Y un lleno de no hay billetes. Se anunciaban seis toros de Montalvo (procedencia Domecq Diez/ Daniel Ruiz), desiguales y con  mal juego. Salvo el  primero, todos fueron buscando tablas, el tercero encontró las buenas manos de Talavante que no le dejó irse. Se castigaron en varas una barbaridad, sobre todo  primero y quinto.  El cuarto fue devuelto y en su lugar salió el primer sobrero de Nuñez del Cubillo, anovillado y gordo (552 kg.). Los cinco primeros nacidos en 2008 y el sexto en 9/09. El segundo no se vió en las manos de su matador. Y el  sexto inservible.

Los primeros “olés” profundos de la feria, como suenan en Madrid, y la plaza levantada aplaudiendo durante varios segundos fue por obra y mérito de Alejandro Talavante.

Su primero, tuvo virtudes de manso de libro en los primeros tercios. Cuando llegó a  la muleta, su matador, después de haberle enseñado a embestir, sobándole con el capote de forma suave y templándole mucho, comenzó dando unas trincherillas con la pierna flexionada. Llegaron varias series por naturales, con el mentón pegado al pecho, toreando con la cintura y adelantando la franela, cogiéndolo en el  hocico y rematando en la cadera, mientras el manso llevaba el morro por el suelo, repetía una y otra vez con gran trasmisión. Además de los  pases de pecho, del desprecio, trincheras… Una y otra vez con ligazón. Y de todo ello, hubo tres naturales académicos y de una plasticidad que se equipara a lo más bello del toreo.

 Los naturales y trincheras que llevan la firma de Talavante, si  los pone a trabajar en todas sus actuaciones será muy complicado que otro torero se  pueda poner a su altura.

 Termina con estocada y dos descabellos. Es aplaudido al retirarse. Gran ovación. Y, “ cuatro” intransigentes protestan cuando iniciaba la vuelta al ruedo. Parece que en Madrid no es posible dar una vuelta al ruedo cuándo es ovacionado para ello.

El sexto, con el capote, Talavante, lo remata casi en el centro del ruedo, como debe pararse a un toro. Se va al caballo directamente, huyendo del capote del matador. Muy bien el picador Tulio Salguero. Y el banderillero Juan José Trujillo, es obligado a saludar montera en mano. En ese momento, sale la voz de mi compañero de abono, Victoriano Garrido, que acertadamente, dice.” Talavante que bien has hecho cambiando de banderillero…”.

Con la plaza en absoluto silencio, lo prueba por naturales, por la derecha, vuelve a la izquierda. Pero, no, se raja. Nada claro para la muleta, se vence por los dos pitones. Se refugia en tablas. Tres pinchazos y una estocada, dan por terminada la actuación de un Alejandro, cumbre.

MORANTE DE LA PUEBLA, no ha tenido su tarde, pero, lo que es más preocupante tampoco quiso buscarla, los mansos que le tocaron en suerte, se fueron sin intentarlo.
Esos pases rematados arriba tanto con capote como con muleta, quitar las “moscas” por la cara y el "arte" de la espada, muy mal, sin cruzar, clavando lo que da la distancia del brazo y el acero, a paso banderillas, dicen muy poco de la disposición del deseado  torero de La Puebla.
En el primero, da un “mitin” a estoques. Dos pinchazos, uno delantero hondo. Y once descabellos. De pitos a bronca.

Su segundo, barbea tablas, lo quiere recoger con el capote y le cierra contra las tablas, sin facultades claras para salirse. Se machaca al toro en varas, en la segunda entrada el caballo va  hasta casi el centro del ruedo. Sale suelto y se va a por el reserva, con el tercio cambiado, y le recetan una tercera vara de máximo castigo. En banderillas no da facilidades y cuándo hay cierto desconcierto de todos, llega José Antonio Carretero y pone un par de banderillas cuadrando en la cara y dejándolas en  el morrillo.
La muleta, parece una bandera, no la adelanta y la pone  para que el toro tope y parezca que no tiene ni  un pase. Ni lo intenta. Pinchazo a paso banderillas, media tendida y otro pinchazo, otra media y otro pinchazo hondo. Gran Bronca. El toro es pitado en el arrastre.

FINITO DE CORDOBA, no se puede decir que su virtud fuera la disposición. En su primero, que fue un buen toro. Por verónicas no es capaz de sacarlo de la primera raya. Ya se encarga el matador de enseñarnos que hace viento, levantando la muleta para que flamee. Intenta darle doblones distanciado y sin molestar al toro. Por la izquierda destorea, llevando la pierna para atrás. Por la derecha, con la muleta retrasada y despegado. Pinchazo y estocada atravesada. Silencio.

Su segundo  chico, anovillado y muy flojo,  se va a los corrales. El presidente lo echa cuándo casi no había protestas.
Sale el primer sobrero. Da capotazos de trámite, Muletazos de uno en uno, muy lento y dandose tiempo para pensar. Por la izquierda, le pierde pasos. Desde el tendido le piden brevedad. Pinchazo hondo y cuatro descabellos. Pitos.

Fotografías obtenidad de la web de la Plaza de Toros de las Ventas

La ilusión se mantiene, para la corrida de mañana, con toros de Victoriano del Rio, para El Juli, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera.  Cartel “redondo”¿ se cumplirá  la excepción de que en corrida de expectación, corrida de decepción?

Esperemos sea una corrida triunfal.

Chema Cubero