En el día del santo patrón de la capital, la plaza se llenó, había muchos “isidros” (personas que van , al menos o sólo, el día de San Isidro). Público triunfalista para que se corten trofeos .

Esta tarde,  la plaza estaba a favor de Enrique Ponce. Antes de comenzar el espectáculo se le sacó a saludar, para premiar la vuelta después de cinco años de ausencia y de una posible "eminente" retirada. Era un torero habitual en Madrid, dicen que de cincuenta tardes  y  sólo salió en volandas, por la puerta grande, en tres ocasiones.

En la historia del toreo las llamadas “figuras” tienen un   público que se manifiesta, en la plaza,   a su  favor unos  y   en contra otros.

Presencié la  conversación siguiente: Una persona partidario de Ponce y un aficionado de los habituales en Las Ventas, o sea un purista.

El partidario, dice: Ponce es la figura más grande del torero desde hace muchos años, los toros no le han castigado, se ha mantenido como máxima figura y nunca se mancha un vestido de torear. Hace un toreo elegante y el toro difícilmente le toca muleta.

Este aficionado  venteño, dice: Si, muy elegante, pero, torear es otra cosa.  Él lo hace como si fuera “balet”, efectivamente, el toro no le toca la muleta, pero, torea para afuera. Sus faenas las fundamenta  en excesivos remates y adornos. Lo hace bonito, pero eso no es torear a un toro es estar en la cara del toro, sin molestarle. Usted vio torear a Manolo Vázquez, Curro Romero, Curro Vázquez,  Antoñete, … Torear es traerse al toro y dejárselo atrás, para ligar y dejarlo colocado para el siguiente muletazo. Eso, Ponce lo hace muy pocas veces.

Y  a mí, que estaba en la charla, me preguntan, y  usted que opina. No quise echar “leña” al fuego y les dije:  Los dos tenéis razón. Pero, lo que llega al aficionado de Madrid es lo que dice el “castizo”. El sitio que tiene cogido Ponce es muy difícil de conseguir por otros toreros. Es su forma de torear. Y para gusto los colores…

El ganado de Victoriano del Rio, triunfador de la pasada feria isidril, no estuvo a la altura que se esperaba, aunque todos los toros tuvieron buena embestida y pitones aprovechables para haber cortado las orejas. Los matadores no estuvieron a la altura de los  toros de la sierra madrileña.

ENRIQUE PONCE, con una plaza muy favorable a cuanto hace. Aplausos de bienvenida y facilidad para vitorearle cualquier lance. El matador  no pudo corresponder a  sus incondicionales , para que  vieran cumplidas su expectativas. 

Con el capote, al hilo de la primera raya de picar, no pretendió pararle sino hacerle pasar, un comienzo con pocas ganas, dije, para mis adentros. Le lleva al caballo al paso. Blandea. Brinda a Vargas Llosa. Varias series haciendo su toreo. Elegante, pero despegado. Y como alguno gritó: “ Eso es destoreo. No baja la mano. Termina el muletazo arriba”. Pinchazo y Pinchazo. Descabello. Silencio.
En su segundo, lances de capote de trámite. Brinda al público. Comienza con trincherazos con la pierna fléxionada, del gusto de Madrid (pero no tiene comparación con la gracia, por ejemplo de Antoñete), postura muy forzada. Muy bonito un remate de pecho y en otra serie el cambio de mano. Adornos por trincherillas. No le baja la mano. Y no se le ve con la izquierda. Quiere levantar la plaza, poniéndose  frente al toro entre los dos pitones, pero, no se lo trae pegado lo desplaza fuera dándole más el pico de la muleta. La plaza está muy favorable para cortar trofeo. Pero, pincha, estocada y tres descabellos. Ovacionado.

SEBASTIAN CASTELLA, con un mal lote. No  encuentra el mejor momento que tuvo este torero. En su primero, el toro pierde las manos y es muy protestado, pero, D. Cesar Gómez, el presidente, no lo echa. No le obliga con la muleta, despegado para mantenerle en pie. Estocada caída. Silencio.
En su segundo,  se le pica poco o nada. Javier Ambel pone dos pares asomándose al “balcón”  y se le obliga a saludar. Con la muleta lo recibe en el centro de ruedo, con los pies junto, varios pases cambiados por la espalda. El toro puntea por la izquierda y no se acopla. Por la derecha, parece que irá mejor, pero, no. Le está sujetando cerca de tablas porque se quiere ir. Mejor pitón pudo ser el izquierdo, pero, no vuelve a probarlo. Faena sin temple y con muchos tirones. Estocada.

DAVID GALÁN, confirma alternativa.

Le tocó el mejor lote. En varas se le pegó, en un tercio complicado, derriba, se emplea con el caballo caído, los monosabios le colean en exceso. En la segunda entrada se le pega más de la cuenta. Brinda al cielo, por su padre, Antonio José Galán, que le ayudó de novillero y falleció en accidente de circulación cuándo venían de torear de Francia. Serie ligada con la derecha y el de pecho. Remata muy bien en la cadera. Baja  mucho la mano. Se tira encima y consigue una estocada mínimamente desprendida. Hasta ocho descabellos. Silencio.

En su segundo, lo para bien con el capote y remata fuera de las dos rayas. Se arranca muy bien al picador, Tito Sandoval, que es aplaudido. Bien Álvaro Núñez en banderillas. Y en la lidia bien Mario Campillo. Es un buen toro y Galán le enjareta series por los dos pitones. Muy bien por la derecha, pero le falta redondear, para encantar a los tendidos, y triunfar. Torero luchador y dispuesto. Quizá con un toro más complicado  hubiera trasmitido más. Éste llevaba más de una oreja “colgando”. Pinchazo  y estocada en todo lo alto. Fuerte y cariñosa Ovación.

Fotogafias obtenidas de la web de la Plaza de toros de Las Ventas.

Chema Cubero