Artículo del día 31/05: Toros en Madrid: De la feria de la Comunidad a la Feria de San Isidro.
La segunda quincena de abril marca para el aficionado a los toros en Madrid el inicio de una inquietud sana , por conocer la composición de los carteles de la feria más larga del planeta taurino y de la primera plaza del mundo.
Es la plaza donde más toros se lidian con los pitones intactos y se exige el cumplimiento de los artículos del actual reglamento taurino.
A pesar de la gran capacidad de localidades que tiene esta plaza, 23.500 localidades de asiento, cerca del 80% está abonada o reservada. Por tanto, la única forma de tener asegurada la entrada en las corridas con carteles de la máxima expectación es poseyendo la tarjeta de abonado.
El abonado en esta plaza tiene la obligación, no del agrado del aficionado, de comprar el paquete completo de festejos si desea mantener el derecho de abonado para el próximo año ( Feria de la Comunidad y San Isidro, y Feria de Otoño).
A la feria de la Comunidad se la conoce como la del regalo, pues la gran mayoría de los abonados donan la entrada a sus amistades para no sufrir el sopor de unas novilladas que vienen anunciadas con novilleros punteros, a los que la plaza de Madrid parece no darles (ni quitarles) nada ; vienen como figuras con todas las reserva y no a jugársela, salvo escasas excepciones.
Con los vicios muy bien aprendidos, no son, en lineas generales, capaces de "jugársela" y abrir la puerta grande. Parecen desconocer que esta plaza de Madrid es "la más fácil del mundo". Si el matador hace las cosas bien y con verdad en todas las suertes, muy cruzado... la plaza se entrega .
El abonado en el puente del primero de mayo se toma un respiro, una tregua, para tomar fuerza y poder soportar el verdadero maratón taurino que es la Feria de San Isidro.
Insisto en la poca participación que tiene el abonado en la confección de los carteles y en la elección de las ganaderías. La propiedad de la plaza, la Comunidad de Madrid, tendría que marcar la pauta en defensa del aficionado e integrar en la gestión taurina representación de los abonados con "voz y voto" .Sería esta una de las muchas formas de velar por los derechos de los aficionados, espectadores y la integridad de la fiesta, dar oportunidad a todos los toreros por igual y romper con los monopolios empresariales.
Otro comentario aparte sería sobre la contratación de los toreros. En esta feria tendrían cabida los triunfadores en carteles redondos, una primera parte con un abono real de San Isidro, acortando el ciclo. Y, en una segunda parte de libre adquisición de las localidades, con matadores que no estan en primera linea ( categoría de primera especial) y que tienen facultades suficientes para conseguir la categoría especial a través del incremento de contrataciones.
Por unos momentos dejaré de soñar en pureza y garantías en la fiesta para el aficionado y comento mi impresión sobre la presentación de los carteles en este año. Observo que salvo cuatro tardes no hay carteles rematados. Están programados más pensando en el cargo de la taquilla que en los gustos del público.
Así mismo, considero que se programa una feria maratoniana, que tiene muchas tardes de " no hay billetes" por los numerosos abonos en poder de las empresas para regalar a sus clientes y agradecer de esta forma su fidelidad: es el regalo de Navidad en Mayo. La asistencia de buenos aficionados en esta plaza cada vez es menor mientras aumenta un público con curiosidad y distinto cada tarde.
Es bien sabido que esta plaza tiene un pequeño grupo de "contestatarios" que, aun sin toda la razón a veces, protestan a toros y toreros a la menor insatisfacción. Hay que reconocer que sin ellos esta plaza sería la "trágala" infame.
Y del ambiente en una corrida de expectación... No hay nada tan maravilloso como el ambiente en tarde de feria en las Ventas. Si se llega a la plaza con tiempo suficiente, unos cuarenta y cinco minutos antes del inicio del festejo, habría que entrar por el patio de arrastre, ir hacia el patio de caballos y, apostado cerca de la puerta de la enfermería, podrías desear suerte a los toreros y compartir el miedo que no les es fácil disimular... Recoger el programa , comentar en grupo el peso, la fecha de nacimiento de los toros o "profetizar" sobre los resultados del festejo.
Es una maravilla una tarde de feria donde un neófito puede salir entusiasmado y desear volver a la plaza para hacerse aficionado a este arte que supone jugarse la vida, la gloria o la sangre.
A pesar de todo lo mejorable que pudiera ser esta fiesta nuestra, esta feria de Madrid, quien no haya venido a la plaza de las Ventas en tarde de feria no puede imaginarse la grandeza y autenticidad de la primera plaza del mundo. Aquí los toreros tienen el máximo respeto, solo por vestirse de luces, ponerse delante de un toro y soportar el miedo escénico de este gran coso visto lleno hasta la bandera desde la puerta de cuadrillas.
¡ Que Dios reparta suerte!.