Artículo del día 26/07: Las castas del toro bravo ( VI ) : Casta Navarra ( I )

 

 

La procedencia de estas reses, que en el siglo pasado gozaron de un merecido prestigio, se pierde en la más remota antigüedad. Pudieran ser descendientes del primitivo Bos Brachyceros, dado su parecido morfológico, que llegaran a través de los Pirineos, se establecieran por las montañas del Pais Vasco y Navarra, descendieran más tarde a las riberas bañadas por los ríos Alhama, Aragón, Arga, Cidacos, Egea y, principalmente, a las del Ebro (en cuyas fincas de los términos municipales de Arguedas, Buñuel, Caparroso, Corella, Fustiñana Funes, Peralta, Lodosa, Tafalla, Tudela, Villafranca y Alfaro, se han criado y reproducido).

 

 

De las raíces de esta legendaria casta brotan muchas ramas, pero es escaso el número de éstas que llegaron a adquirir fama. En los años 1670 aparece la figura de D. Joaquin Antonio Ezcurra y Mesía, marqués de Santaclara, que con el tiempo se convierte de terrateniente en ganadero de reses bravas, al cuidar y seleccionar la materia prima tan fabulosa que tenía, llegando a formar el tronco de donde arrancarían las más prestigiosas vacadas navarras.

 

 

Existe constancia de que en 1690 se lidiaron en Pamplona toros del marqués y en 1701 de su capellán, Juan Escudero Valero, quien transmitió la ganadería a Martín de Virto, vecino de Corella. Por los años mil setecientos y pico pasó a ser propietaria de las reses Isabel de Virto y Luna, que se casó con Antonio Lecumberri. Heredó la vacada años después, en 1755, su hijo Antonio. Este vendió sus reses en 1774 a Francisco Javier Guendulaín (vecino de Tudela), a Antonio Lizaso (de Tudela), a Joaquín Zalduendo (de Caparroso) y, finalmente, a Felipe Pérez Laborda (también de Tudela), el último lote. De estas ganaderías fue de donde han salido las principales ganaderías navarras.

 

 

De todas las vacadas navarras ninguna llegó a igualar a la del banquero don Nazario Carriquiri, cuyos toros alcanzaron tanto cartel como las más renombradas ganaderías castellanas y andaluzas. Esta ganadería procedía de Tadeo Guendulaín y le fue adquirida por Carriquiri en 1850, cediéndosela a su pariente el conde de Espoz y Mina en 1883, de quien ya había sido socio desde 1868. D. Nazario echó a un número reducido de vacas dos sementales de Picavea de Lesaca buscando lo que nunca tuvieron: tamaño. No dio resultado este cruce, porque lo que ganaron en tamaño lo perdieron en bravura, por lo que fue eliminada toda la ascendencia del cruce.

 

 

Continua en Casta Navarra ( II )

 

 

 

J.M. Cubero

 

 

 

 

Bibliografía: " Tauromaquia" de J. de la Cal