La primera tarde de la Feria de San Isídro se anunciaba con toros, encaste "núñez", de El Cortijillo y se completaron con cuatro de Hermanos Lozano, todos de la misma familia ganadera. Y su resultado fue casi idéntico, de salida cumplieron todos los cánones de los toros mansos, sin estar a gusto en ningún terreno, buscando la salida y con muy poca fijeza para los engaños, saliendo con las cabezas mirando a los tendidos.
La corrida mal presentada, algunos protestados de salida por blandura de patas, desiguales, anovillados, tan sólo les tapaba la impresionante y fina arboladura.

(Fotografías obtendidas de la web de Las Ventas)
Los aplausos fueron para Su Magestad el Rey, Felipe VI, ocupó una barrera del tendido uno, acompañado por el matador de toros Dávila Miura. Fue un detalle inesperado y que la Fiesta agradece, que la primera feria del mundo reciba a su Magestad. Ojalá venga muchas tardes. Los aficionados estamos muy satisfechos con estas sorpresas de nuestro Rey y queremos su compañía, como la tuvimos de su abuela, que era habitual en el Palco Real. Recibió el brindis de los tres primeros toros.

Ante una corrida tan mansa y sin fijeza, los matadores deberían sacar otros recursos y no intentar ponerse "bonitos" a enjaretar una faena de quietud y ligazón como si estuvieran con un toro de carril. Echamos en falta, doblarse para pararles los pies, cambiar terrenos,... Y la brevedad, si se prueban y no siguen la muleta, se agradece  coger la de acero y a por el siguiente.
Joselito Adame, tuvo un mal lote, dicir el peor es discutible, porque él no quiso fijar a ninguno de los dos en el capote y ambos recorrieron todos los tendidos tanto los toros sueltos, como el matador con la muleta.


Juan del Álamo, en su segundo cortando una oreja, que el Presidente de la corrida dió, con un cuarto de asistentes sin pañuelos. Oreja de las llamadas "baratas" que tuvo protestas al final de la vuelta al ruedo. Si bien, al matador se le agradece su disposición y ligazón un tanto "electrico" y apresurado. Sin rematar las series porque el toro no le seguía hasta el final del muletazo, por ello la falta de tanquilidad. En su segundo, un feo enmorrillado y sin culata, se lo pasó muy cerca, embarcándolo bien, pero las salidas de cada serie, eran de toro pasota, con la cabeza alta, como si no fuera con el. Se llevó una voltereta impresionante, se recuperó en el ruedo y siguió hasta finiquitarlo.

Pepe Moral, hizo lo más recordado de la tarde, su toreo profundo y largo, con mucho gusto, lo practicó, con su lote. Dos astados que, podemos decir, fueron los de más fijeza. Pero, también fue mérito de  su lidiador, tomándolos en el tercio y les acotó la parcela, metiéndolos en el "canasto" de su decidida ejecutoria.


Las cuadrillas estuvieron al son de la mansedumbre, haciendo lo que podían, tan sólo Domingo Siro, recibió aplausos en el segundo par a su primero.
En resumen, Joselito Adame, silencio y silencio. Estocada y estocada desprendida. Pepe Moral, aplausos a la voluntad , a la finalización de  ambos. Estocada (4 descabellos). Media estocada. Y Juan del Álamo, estocada y Oreja. Pinchazo, estocada, aplausos.
Si faltaba algo, el viento volvió a su sitio habitual, al ruedo de Las Ventas. Un enemigo más del espectáculo en esta primera tarde.
La plaza  se cubrió en tres tercios de su aforo. Mucho granito para estar en feria.

Chema Cubero