Esta feria como continuación de la que tuvimos en el mes de mayo, salvo dos días de descanso, y que se le ha denominado con  un nombre tan apuesto, relacionado  con  el  anterior de Feria del Aniversario, que  se ideó por el  75 aniversario de la plaza de Las Ventas y, parece que, como era una fecha muy importante se fue repitiendo durante un lustro. Por ello, para este año se etiquetó con  el nombre de la Feria del Arte y la Cultura.
Los carteles tenían de todo: El muy atractivo de la Beneficencia, en esa semana, pero, fuera de feria. Los cuatro días tenían en cada cartel a uno o dos toreros que se les esperaba en Madrid.  Y los resultados no fueron malos en trofeos: para David Mora y Talavante la salida por la puerta grande y Alberto Aguilar, con una oreja, salió muy reforzado y confirmando las espectativas que había con este valiente espada.
Y en toros:  los de Valdefresno tenían más de lo que se les sacó, el Puerto de San Lorenzo confirmo la mansedumbre, aunque el Cid pudo haber tenido mejores resultados si  hubiera manifestado más predisposición.
Y como dije  el éxito de Talavante en la Beneficencia con dos faenas de mucha valentía, grandes arrimones- y naturales y series interminables-, con toros de Nuñez del Cubillo.
Todo ello que son resultados, sin entran en otros detalles, si me gustaría hacer constar que el público era muy distinto a los días del mes de mayo, en la feria de San Isidro, espectadores más predispuestos a aplaudir todo, hasta a los alguacilillos.
Y con ese ambiente de uforia y fiesta, se contagia la autoridad, volvemos a perder los papeles y se confunde la plaza de Madrid con cualquier otra  plaza de ésta misma comunidad. O sea, el señor Presidente da una oreja y la otra, se .pone el listón muy bajo. Es posible que haya visto muchos pañuelos, pero, su criterio de aficionado tiene que prevalecer. Un pinchazo o una media estocada y otra entera, no son para conceder los trofeos.
Una oreja y una vuelta al ruedo en Madrid es un triunfo más rotundo que los dos apendices baratos.
Lo mismo sucede para la devolución de los toros, si es invalido, hay que tener criterio y devolverlo. No creo que con la crisis esté pensando en lo que cuesta un toro. Y si fuera así, se equivoca doblemente, porque este año los toros se han comprado muy baratos, algo más que el peso de su carne en canal..., exagerando, pero, se me entiende, porque han sobrado muchos toros de la camada 6 y 7. Vamos que es  la ley de la oferta y la demanda.
Confiamos de que la pésima organización de los carteles de este año no se vuelva a repetir y que las dos ferias se unifiquen y se acorten los día de feria. Dejen, si quieren, alguna o algunas semanas fuera de abono, dónde deben aparecer los matadores que tienen pocas tardes acumuladas del año anterior. Así como, las confirmaciones de alternativa y los matadores de los paises hermanos de America.
Una feria en Las Ventas son palabras mayores y no se debería confeccionar como si fuera, por ejemplo, la gran feria de Nimes.
Los aficionados de Madrid no tragan con el elevado número de toros de castas absolutamente "comerciales" y tener sólo cinco tardes de carteles toristas entre treinta y una. Esto hace que los aficionados vayan a su localidad con  muy pocas garantías de éxito sobre el papel y  se confirma cuándo el picador  saluda castoreño en mano  al  presidente en el último toro.
Por ello, sobran toros y toreros en una feria de poca calidad en los carteles.
¡Que se tenga en cuenta para el próximo año! .
Y cultura, cultura, ya tenemos al Ministerio de Cultura y Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, que por una vez echen una mano buena a la organización en la Catedral de Toreo: Supervisen los carteles y tengan mejor criterio.
No nos sierven sólo los buenos  resultados económicos.
Chema Cubero