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27-5-2015 Puerta Grande para Castella y el Presidente devalúa las concesiones. |
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27-5-2015 Puerta Grande para Castella y el Presidente devalúa las concesiones.
El cartel más redondo del ciclo isidril, de no hay billetes, se esperaba con expectación la presencia de Morante de la Puebla, en este sólo paseíllo; Juli aparecía por primera vez en la feria y Castella venía de cortar una oreja en la anterior participación.
Todo ello era suficiente para que la plaza se llenase, con mucho “clavel”, los que vienen a los carteles más redondos de la feria, sobre todo a los tendidos bajos de sombra, dónde estaban los famosos del futbol, televisión, cine, política y nuestro Rey D. Juan Carlos, a quien le brindaron sus pretendidas faenas.
Ahí estuvieron los toros anunciados de Alcurrucén, encaste Nuñez, de la familia Lozano, para poner a cada uno en su sitio, o en su suerte, porque, resultaron mansos, flojos y justitos de presentación. Salvo el tercero, un manso que brilló en la muleta, con resultados de éxito para su matador y para el propio toro, premiado con la vuelta al ruedo.
Quienes no asistieron a la plaza tendrán una idea errónea de lo que fue la corrida, porque el “maquillaje” lo puso el propio presidente, D. Javier Caso Seijo. A este señor se le fue la “pinza”, la segunda oreja, aunque la plaza la pida, tendrá que valorar cómo ha caído la estocada y con el acero desprendido en Madrid no se daban “antiguamente”, con los anteriores equipos presidencias, los apéndices, quizá por eso sus jefes les han despedido, para conseguir que la plaza de Madrid sea la “tómbola” en la que se ha convertido.
Y lo nunca visto, cuándo el público está pidiendo la segunda oreja, va el presidente y saca el pañuelo azul, para conceder la vuelta al ruedo del toro. Después, por segunda vez el pañuelo blanco. Esta autoridad no está preparada para seguir presidiendo más espectáculos. Un premio de vuelta al ruedo del toro, sin pedirla, regalada a los ganaderos, cuándo se ha comportado como un manso en varas , que no ha empujado en el caballo y menos con fijeza, se ha dolido en banderillas. Vamos , salvo la buenísima pelea en la muleta, fue en los primero tercios un toro vulgar. Además, para dar otra nota negativa a la Presidencia y a los señores Delegados del Callejón, nunca se vieron los burladeros tan llenos y quienes tenían que ocuparlos, sin sitio para salvar el “pellejo” en el caso de que salte el toro, para los mulilleros, picadores, y de otros profesionales, el callejón parecía la Puerta del Sol, en el 15M.
Si seguimos en esta tónica triunfalista, habría que hacer unas preguntas de conocimientos taurinos al comprar la localidad y la lectura del reglamento – y conocimientos taurinos profundos- al señor Presidente. La plaza de Madrid está en caída libre. No se protestan, salvo cuatro “revolucionarios”, mal vistos a : Los toros chicos, las estocadas bajas, lo tercios de banderillas – hasta el rabo todo es toro- , el toreo rectilíneo para a fuera, los devaluados pases de pecho, etc. etc…
Sebastián Castella, con su premiado manso, “Jabatillo”, se luce en el capote, y de la forma que el toro metió la cabeza en el percal se auguraba ia a ser un toro con buen tranco. Después de la primera puya que cayo bastante trasera, lo prueba su matador por delantales y una revolera con el toro pegado. La segunda vara tan solo se le señala y Morante aprovecha para hacer su quite de la firma, algo trompicado. Buen tranco en banderillas, galopando, pero cuando nota el peso de los seis garapullos se duele, girando sobre si mismo, estando Castella con la muleta abierta por detrás esperándole en el centro del ruedo. Y ahí comenzó una faena muy ligada, con más muletazos de los que estamos acostumbrados a ver. Con los pies juntos, clavado, dos cambiados por detrás, seguido de naturales y adornos, sin mover las zapatillas. La plaza se pone en pie, como hacía mucho tiempo no se veía. Sigue por naturales cuatro o cinco pases y el de pecho, muy buenos. Y, más naturales, ajustados. Las tandas por la derecha, no estuvieron ajustados, fueron sin rematar, para a fuera sin traérselo a la cadera, serie larga ligando mucho, dejando al toro alejado, gracias que su codicia le hacía volver y encontrar la muleta, insisto, ligó mucho, pero, faltaba más rematados, porque el toro fue para la muleta muy noble y con un recorrido inmenso. Coge de nuevo la izquierda, y se “muere” dando lances, hasta siete seguidos. Con otra última serie, le ha sacado todo al toro, lo ha agotado. Y se adorna por naturales con la pierna flexionada, el de pecho y desmallado, del desprecio, mirando al frente. La estocada queda desprendida y atravesada. Y la plaza se tiñe de blanco. Lo siguiente fue el espectáculo del Presidente. Dos orejas y vuelta al ruedo del toro.
(Fotografias obtenidas de la web de Las Ventas)
Su segundo, “Flautista”, un toro feo, en su comportamiento todo el tiempo, bramando, berreando, con el hocico adelantado. Mal picado, muy trasero, incluso se fue a probar al reserva, en un tercer encuentro que señala. Comienza sentado en el estribo del tendido 7, dobla las manos el “colorado, lavado, anteado”, embiste con la cabeza alta, sin fijeza alguna. Estocada al rincón y atravesada. Silencio.
Morante de la Puebla, “Alcotán”, ensabanado, bonito de lámina, se engancha en la mano del caballo y lo derriba, toma la iniciativa “ El Juli” y se hace con el toro, ante un espectáculo de intromisión de los monosabios tirando del rabo, por favor: “Los monos a la jaula”. Con el capote lances de rutina. Y probaturas con la muleta de uno en uno. Sin una serie. Estocada desprendida. Silencio.
En su segundo,”Barberito”, con casi seis años, se estira por verónicas. Le pican lo justo. Se lidia muy mal, muchos capotazos para ponerlo en suerte de banderillas. Pierde las manos. Y , al menos, el tendido 7 lo protesta, esta vez les sigue una parte de la plaza. El toro no repite, se para, soso y con poco lucimiento. El matador se contagia y resulta algo anodino, con pocas ganas. Estocada. Recibe pitos.
Julián López “ El Juli”, con “Peleón” lo recibe por chicuelinas y remata con una revolera. Es protestado por flojo y poca presencia. Castella no pierde su quite reglamentario. Y Juli se pone pesado con un toro que no llega a los tendidos, le han sobrado muletazos. Pincha, estocada trasera, algo desprendida y recibe un silencio.
En su segundo, “Limonero”, un toro que comienza con mucha clase, pero, se desinfla, se acaba muy pronto. Se estira “El Juli” con una verónica y la media, buenas. Puyazo trasero. Y el quite del matador con mucho gusto, exponiendo la pierna, el capote por detrás, muy quieto. Castella, usa su quite, capote a la espalda y revolera. Comienza la muleta, con una serie muy ajustada, pero, las siguientes se la enseña más separado. Quiere conseguir más, con constancia, pero, nuevamente, sin oponente aprovechable, resulta pesado. Estocada, muy trasera. Silencio.
Creo que esta Feria va a pasar a la historia por la más exitosa en el elevado número de trofeos cortados, pero si sus faenas no se recuerdan no pasarán a la historia.
Se dirá que esta plaza ha comenzado a perder el rigor. Y su público “torista” ha pasado a ser “torerista”, por lo tanto, un recinto taurino más.
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